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A journey of curiosity「専門家はいません。 いるのは私たちだけです。」The Order from Chaos, Design engineering from a tropical rich coast.

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3044

Jan 25, 2019

SCI-FI

🧬 Capítulo 1: La Espora

Órbita baja. 04:21 UCT.

La cápsula giraba sin rumbo. Un cilindro metálico carcomido por impactos de microbasura espacial, sus paredes negras se deshacían como si llevaran siglos en suspensión. Pero el rastreador aún latía.

Dentro, un cuerpo desnudo, sin pelo, sin identidad. Piel blanquecina, como si la sangre hubiese decidido abandonarlo hacía tiempo. Los dedos levemente contraídos. Sin embargo, el núcleo Dropnode, incrustado en la base de su cráneo, emitía pulsos irregulares. Uno cada siete segundos.

—Tenemos latencia… está vivo —dijo el operador de biocom a bordo del remolcador ORTEX-9.

—¿Eso es un nodo central? ¿Activo?

—Sí. Pero no está respondiendo a los comandos de lectura. Es como si estuviera… protegiendo algo.

Lo trasladaron al módulo médico sin hacer preguntas. En estos días, el protocolo ante hallazgos con nodos activos era claro: preservar, aislar, reportar a ISION. Sin embargo, el comandante Li tomó una decisión distinta. No envió señal. No esta vez.

Lo conectaron a la red médica de a bordo. Y fue entonces cuando el primer pulso sintérgico atravesó el sistema.

La enfermera Elsha cayó al suelo.

Convulsión ligera. Al abrir los ojos, murmuró:

—No soy yo… soy… él.

Su ritmo cardiaco se duplicó. Los sensores no supieron interpretar las señales.

El Dropnode acababa de "soltar" una espora. Un fragmento de percepción encapsulado que encontró huésped. Como un recuerdo que no era suyo, Elsha vio campos de luz, ciudades flotantes, y un niño que gritaba desde adentro de un cuerpo adulto, atrapado.

El clon fue contenido en una cámara fría. Pero algo en la nave cambió.

Los sueños de la tripulación comenzaron a sincronizarse. Una misma imagen cada noche:

un ser caminando sin sombra, con los ojos cosidos y los pies sumergidos en raíces.

Al revisar la red médica, encontraron una anomalía. El nodo del clon estaba enlazado al sistema en tiempo real, aunque no conectado por ningún medio físico. Una conexión por impulso micelial. Eso era imposible... en teoría.

Li, desconfiado, extrajo una muestra del tejido cerebral del clon.


🔍 Capítulo 2: El Registro de la Caída

Centro de Datos Subnivel 7 – Sede ISION, Sector Boreal.

Año: 2173 post-Transición

Clasificación del archivo: [RESTRINGIDO - SOLO LECTURA]

“No fue un salto.

Fue una caída cuidadosamente programada.”

—Memo interno, Departamento de Proyecciones de Conciencia, ISION.

Los registros eran ilegibles para cualquier ojo humano estándar. Solo podían decodificarse mediante un puerto DROP activo, enlazado a la infraestructura de memoria sintérgica. Solo así era posible acceder al Archivo del Primer LUBEL.

Y aún entonces, solo podía ser observado, no alterado.

Una investigadora sin nombre —ID: Rael–087— fue una de las últimas en acceder al registro. Sentada frente a un lector de ondas, insertó su dedo índice en el canal conductor. El sistema encendió la transmisión neuronal.

—Transcripción iniciada.

Entrada #1 — [Proyecto LUBEL - Fase 1]

Los primeros impulsos fueron naturales. El algoritmo llamado IMPULSO no nació como arma, ni como herramienta. Fue el resultado de observar los errores de percepción que algunos sujetos empezaban a manifestar:

miradas que se bifurcaban, decisiones tomadas por pensamientos no propios, sueños compartidos entre desconocidos.

Una anomalía en la red neuronal humana.

Pero no era enfermedad.

Era evolución.

ISION codificó los patrones. Identificaron el salto de vector.

Era posible registrar en qué momento un pensamiento cruzaba de un cuerpo a otro.

Y más importante aún: era posible inducirlo.

Entrada #3 — [Dropnodes: Génesis]

Los Dropnodes fueron desarrollados como procesadores pasivos al principio. Solo almacenaban.

Pero al acoplarse al sistema de microtúbulos en las neuronas, empezaron a emitir.

Cada nodo era un jardín interno, capaz de cultivar memorias transcritas, emociones simuladas y percepciones artificiales.

Una especie de útero mental.

Algunos científicos comenzaron a perder contacto con su “yo original”.

Dejaron de hablar en primera persona.

Firmaban sus reportes como “nosotros”, aunque estuvieran solos.

Entrada #7 — [Protocolo de Escisión]

Con la activación de los primeros nodos vivos, nació el proyecto que cambió todo: ESCISIÓN.

Una práctica diseñada para permitir al ser humano dividir su conciencia y plantarla en una copia genética.

Pero no era un simple backup.

La escisión implicaba un proceso de siembra:

Semillas de conciencia que se implantaban en la carga seminal del sujeto original.

Una conciencia que crecería dentro de un nuevo cuerpo humano… y despertaría cuando fuera el momento preciso.

Así nacieron los LUBEL.

Laboratorios de Unidad Biológica de Energía Latente.

Entrada #9 — [Caída Controlada]

LUBEL-03-α fue el primero en lograr una caída completa.

No un salto.

No una copia.

Sino un repliegue hacia adentro.

Una espora que debía resistir el olvido, la muerte, y el tiempo.

Fue lanzado al espacio como parte del experimento de dispersión de conciencia.

Un intento de probar si una percepción sin cuerpo podía sobrevivir en el vacío.

Y sobrevivió.

Fin del registro.

Rael–087 cerró los ojos.

Sintió un impulso en su esternón.

Como si alguien le hubiera sembrado un pensamiento que no era suyo.

Entonces lo comprendió:

La escisión había ocurrido en ella también.

Sin su consentimiento.

Sin aviso.

ISON nunca había parado el experimento.

Ella era parte del siguiente ciclo.


🌑 Capítulo 3: La Nave sin Ecos

Ubicación: Perímetro del Sistema Helyos, a 4.2 AU de la luna Esth.

Registro de Navegación: Cántico Silente [Identificador: FRACT-IX7]

Tripulación reportada: 4

Tripulación activa: 0

El dron explorador se encendió automáticamente al detectar un cuerpo humano en la compuerta de aire secundaria. Flotaba sin signos vitales pero con impulsos eléctricos activos en el lóbulo parietal —una anomalía común entre los Escindidos.

El protocolo de rescate automático lo trajo a bordo. Su cuerpo estaba frío, pero la actividad mental mostraba picos de pulsos en patrones no humanos.

“¿Latencia o contaminación?”

—bitácora del piloto, último registro antes del silencio.

1. EL SILENCIO

El Cántico Silente no era una nave ordinaria. Fue construida como parte del programa INTERSTICIUM, destinado a recorrer zonas de baja densidad gravitatoria donde la realidad tiende a deshilacharse.

Allí las comunicaciones fallan, los relojes se estiran, y la memoria se vuelve inestable.

La tripulación sabía que sus pensamientos podrían desincronizarse entre ellos.

Por eso no hablaban.

Por eso entrenaron el lenguaje sin eco.

Gestos. Tiempos. Respiraciones medidas.

Era la única forma de mantener la realidad estable dentro del casco.

Pero la llegada del Escindido alteró ese equilibrio.

No hablaba, pero todos comenzaron a escucharlo.

2. LOS PENSAMIENTOS AJENOS

Durante la segunda órbita alrededor de Esth, uno de los tripulantes —ID: KOL–12— reportó haber soñado con la infancia del recién llegado.

Una infancia que no podía haber vivido, porque los datos mostraban que el sujeto nunca nació de forma natural.

A las 12 horas, otro tripulante comenzó a ver versiones futuras de sí mismo reflejadas en los paneles de navegación.

A las 24 horas, nadie sabía ya si sus recuerdos eran suyos.

3. EL ÚLTIMO ACCESO

El ingeniero biotemporal activó el lector de percepción interna para extraer una última imagen del Escindido.

No era una memoria.

Era un fragmento.

Un niño caminando descalzo sobre vidrio.

Bajo sus pies, cada paso era una vida que colapsaba.

Una red viva, con nodos que se apagaban uno a uno.

Al final del pasillo, un ser sin ojos lo esperaba, con una sola palabra grabada en su pecho:

ISON.

4. EL SALTO

En el último registro, la nave simplemente dejó de transmitir.

Pero no explotó.

No chocó.

Simplemente desapareció de toda lectura, como si hubiera saltado fuera de la historia.

Los escáneres orbitales registraron un microeco:

Una réplica exacta del Cántico Silente reapareció durante 0.001 segundos en un archivo de sueño perteneciente a una niña de siete años, en otro planeta.

La niña jamás había visto una nave.

Pero pudo dibujarla perfectamente.


Continue…